jueves, 10 de mayo de 2012

UNA MIRADA PARA REFLEXIONAR Marikarla Rodríguez de Azcoitia




Con motivo de la celebración de la Oncena Bienal de La Habana 2012, participarán muchos proyectos novedosos, que posibilitarán el desarrollo y la participación del público cubano para incorporarnos culturalmente al ámbito contemporáneo mundial. Con el título de Prácticas artísticas e imaginarios sociales, esta edición pretende lograr, con la presencia de los diferentes países participantes y con las actividades propuestas por los artistas, una interacción directa entre obra y espectador.
Patricia Villalobos Echeverría representante de Nicaragua, confirmó su presencia en este acontecimiento. Ella se interesa principalmente en como las maneras reproducibles de representación pueden alterar nuestras nociones de singularidad. Su labor cuestiona el sentido de estabilidad, examina las relaciones de poder y dependencia por medio de esculturas que invaden los espacios arquitectónicos, así como la naturaleza efímera del vídeo y el sonido.
Dichas características son expresadas en los testimonios de la propia creadora que nos revela las intenciones que persigue para con sus piezas.
En esta ocasión nos presenta una instalación in – situ, enigmática, de dimensiones variables según el lugar de emplazamiento, invadiendo el edificio donde reside el Centro Wifredo Lam. El título, cystema@23°8'27.054"N 82°21'10.117"W, por otra parte hace alusión a los coordenadas de dicho centro cultural. Los múltiples elementos esculturales adheridos a las paredes, deben adquirir el mismo color de la superficie donde se emplaza, haciendo referencia a parásitos, salpullidos; cuerpos vividores o dependientes de otros componentes, ya sea a nivel celular, político o económico, especie de pluralidad crítica frente al mundo que nos rodea.  El sonido de fondo que presentará la obra, ambientará el lugar y será parte de la intervención de la artista, demostrando o de alguna manera criticando algunos sectores de la sociedad.
Patricia Villalobos en previas presentaciones, ha realizado trabajos similares al que nos propone en esta Oncena Bienal, los cuales han adquirido aceptación por parte del espectador según la crítica. Sus piezas pareciese que emanan del interior de los espacios escogidos por la artífice para sus instalaciones, como si salieran de la nada sin ser percibidas con anterioridad. Dan muestra de soledad, de inestabilidad, de asfixia. Pero su trayectoria no se limita solo a este tipo de obras, sino que también llevo a cabo en otras con cuerpos desnudos como son: cuerpos/márgenes 2006  o cortocircuito 2000 – soportes redondos que proyectan videos por 10 minutos conectados a un televisor – entre otros grabados y fotografías. En sus trabajos observamos las diferencias entre la tridimensionalidad de las piezas escultóricas o arquitectónicas, frente a la representación efímera del vídeo y el sonido. Son productos que hay que admirar de cerca, contemplar su textura, interpretarlos, es un momento único, entre resultado final y el público frente a frente y un momento especial para compartir con la artista en nuestro ambiente cultural.     


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