Con motivo de la celebración de la Oncena Bienal de La Habana 2012, participarán
muchos proyectos novedosos, que posibilitarán el desarrollo y la participación
del público cubano para incorporarnos culturalmente al ámbito contemporáneo
mundial. Con el título de Prácticas artísticas e imaginarios sociales, esta
edición pretende lograr, con la presencia de los diferentes países participantes y con las actividades propuestas
por los artistas, una interacción directa entre obra y espectador.
Patricia Villalobos Echeverría representante de Nicaragua,
confirmó su presencia en este acontecimiento. Ella se interesa principalmente
en como las maneras reproducibles de representación pueden alterar nuestras
nociones de singularidad. Su labor cuestiona el sentido de estabilidad, examina
las relaciones de poder y dependencia por medio de esculturas que invaden los espacios arquitectónicos, así como la naturaleza
efímera del vídeo y el sonido.
Dichas características son expresadas en los testimonios de la
propia creadora que nos revela las intenciones que persigue para con sus
piezas.
En esta ocasión nos presenta una instalación in – situ,
enigmática, de dimensiones variables según el lugar de emplazamiento,
invadiendo el edificio donde reside el Centro Wifredo Lam. El título,
cystema@23°8'27.054"N 82°21'10.117"W, por otra parte hace alusión a
los coordenadas de dicho centro cultural. Los múltiples elementos
esculturales adheridos a las paredes, deben adquirir el mismo color de la
superficie donde se emplaza, haciendo referencia a parásitos, salpullidos;
cuerpos vividores o dependientes de otros componentes, ya sea a nivel
celular, político o económico, especie de pluralidad crítica frente al mundo
que nos rodea. El sonido de fondo que
presentará la obra, ambientará el lugar y será parte de la intervención de la
artista, demostrando o de alguna manera criticando algunos sectores de la
sociedad.
Patricia Villalobos en previas presentaciones, ha realizado
trabajos similares al que nos propone en esta Oncena Bienal, los cuales han
adquirido aceptación por parte del espectador según la crítica. Sus piezas
pareciese que emanan del interior de los espacios escogidos por la artífice para sus instalaciones, como si salieran de la nada
sin ser percibidas con anterioridad. Dan muestra de soledad, de inestabilidad,
de asfixia. Pero su trayectoria no se limita solo a este tipo de obras, sino
que también llevo a cabo en otras con cuerpos desnudos como son:
cuerpos/márgenes 2006 o cortocircuito
2000 – soportes redondos que proyectan videos por 10 minutos conectados a un
televisor – entre otros grabados y fotografías. En sus trabajos observamos las
diferencias entre la tridimensionalidad de las piezas escultóricas o
arquitectónicas, frente a la representación efímera del vídeo y el sonido. Son productos
que hay que admirar de cerca, contemplar su textura, interpretarlos, es un
momento único, entre resultado final y el público frente a frente y un momento
especial para compartir con la artista en nuestro ambiente cultural.
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