Esther Acosta, Premio Nacional de Edición 2011 y editora de mi libro; el poeta y ensayista, Dr. Rafael Acosta de Arriba y el ilustrador y poeta, José Luis Fariñas.
Ernesto Sierra
Presentación libro de E. Sierra.
Hoy presentamos un libro breve, manuable, bello en su edición, diseño e ilustraciones pero sobre todo hermoso por su contenido. Una joya bibliográfica, sería lo apropiado decir sino fuera porque de inmediato se ronda los terrenos del lugar común. Sin embargo, esa es sin duda la primera impresión que proporciona este libro de Ernesto Sierra, al cuidado de Ediciones Boloña e ilustrado por el exquisito artista José Luis Fariñas.
Cuando me pidieron presentarlo, sin saber bien de qué trataba el volumen, acepté de inmediato por una razón más que determinante, la amistad, mi antigua amistad con el autor que data de más de veinte años, y al evocar como fue que nos conocimos y nos relacionamos, recordé que las bibliotecas estuvieron en el inicio de esta amistad. Ernesto trabajaba entonces en la biblioteca de Casa de las Américas, era su director, y yo en la Bibliteca Nacional José Martí, de manera que los tópicos concernientes a estas instituciones estuvieron presentes en las primeras conversaciones que sostuvimos.
Luego leí en las entrañas de la BNJM lo que Borges, Emerson, Lezama y otros grandes de las letras y el pensamiento escribieron sobre las bibliotecas, era muy próximo a los juicios que me había formado, al margen de nuestras siempre duras críticas al funcionamiento de algunas de las bibliotecas cubanas. Pero la esencia estaba ahí, Borges lo dijo como nadie, igualaba las bibliotecas a una suerte de paraíso, el lugar donde mejor se está, al menos para el tipo de ser sentipensante que fue siempre el gran argentino. Yo las había definido, un poco idealistamente, como templos de la inteligencia, quizá sería útil precisar, para la inteligencia. Eran también lugares para el robo y la indolencia de los funcionarios y empleados irresponsables. Lo cierto es que en las bibliotecas los lectores, los escritores y los curiosos e investigadores pasamos ratos extensos de trabajo pero muy gratificantes.
Y gratificante es la lectura del libro Avatares de una biblioteca. Como dice en la nota de contracubierta la poetisa Marilyn Bobes, Ernesto se las ingenia para presentarnos a estas instituciones “como origen y punto de llegada, árbol de la vida en el incesante proceso de conocimiento y fuente primigenia de la escritura”. Es la vivencialidad del autor lo que le da fuerza y autenticidad a su texto. Es como si Ernesto pagara una vieja deuda consigo mismo, con su formación como hombre de letras y de pensamiento, algo que se observa desde las Palabras preliminares o nota de autor que encabezan el libro.
A vuelo de pájaro pasan ante nuestros ojos la célebre Biblioteca de Alejandría, Quevedo, Unamuno, Borges, Julio Cortázar, el grupo Orígenes y Lezama Lima, Umberto Eco, Ortega y Gasset, Gabriel García Márquez y Miguel de Cervantes, un retablo que podría marcar sin mucha dificultad el itinerario amplio de la literatura universal o por lo menos de las letras castellanas. Ernesto vincula a estos autores con su propósito cardinal: rendirle un tributo agradecido al misterio de misterios que guardan celosamente las bibliotecas. Recorrer este enigma insondable es uno de los propósitos del libro.
Este libro es un regalo, no solo por la inteligente arquitectura escritural que logró armar Ernesto Sierra sino por las atractivas viñetas y dibujos de Fariñas que complementan la edición, correcta, precisa de Esther Acosta y el diseño de Jorge Martell; lo es también, porque Avatares de una biblioteca es un libro que derrocha amor por los libros y por las instituciones encargadas de guardarlos, cuidarlos y ponerlos en relación con los lectores. Es una pieza valiosa de nuestra bibliofilia. Cómprenlo y no se arrepentirán, disfrutarán tenerlo y guardarlo. Muchas gracias.
Rafael Acosta de Arriba,
La habana a febrero de 2012.
Presentación de libro
Título: Avatares de una biblioteca
Autor: Ernesto Sierra
Avatares de una biblioteca es un libro primoroso y bello donde se entrelazan dos obras artísticas que conmueven: el fino texto literario de Ernesto Sierra acompañado, como apoyatura, por breves fragmentos de otros connotados escritores hispanoamericanos, y las ilustraciones de José Luis Fariñas que como exquisita filigrana lo rodean. Ambos logran crear un universo mágico que atrapa al lector desde la primera página.
¿Y qué se aborda en este universo? Pues, precisamente, el mundo de los libros: su misterio, su ambiente, su significado para la creación, la cultura y el desarrollo del hombre; la lectura, su quehacer solitario y profundo en la naturaleza humana; la biblioteca, el lugar donde se atesora esta riqueza de la inteligencia y de la imaginación, las “criaturas” que la habitan…; y los hombres que garantizan su perpetuidad, el autor, el editor, el bibliotecario, el lector…
En fin, ante nuestros ojos se despliega un mundo poético pleno de sugerencias donde no escasea el sutil sentido del humor y la ironía que nos conduce, paulatinamente, a la complicidad con el autor en este juego del entendimiento.
Tenemos en las manos una obra de arte en forma de libro para leer, contemplar, tocar, oler, respirar, disfrutar, que nos provoca detenernos un momento en medio de una caminata por la ciudad para sentarnos en un parque como este, bajo el cobijo de la buena sombra de un árbol amigo y comenzar a leer…
Se trata de un hermoso regalo diseñado por Jorge Martell que nos obsequia en estos días de Feria Internacional del Libro, la Editorial Boloña de la Oficina del Historiador de la Ciudad en su colección Cornucopia, y que no podemos dejar de agradecer porque con su cuerno de la abundancia nos está mostrando, además, lo mejor de la tradición de las artes gráficas en Cuba.
Muchas gracias.
Esther Acosta Testa
Fotografías realizadas por Nestor Martí
Fotografías realizadas por Nestor Martí
Fotografías realizadas por Nestor Martí
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