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Homenaje a las tablas cubanas en la Sala Adolfo Llauradó
Por: Maribel Díaz
Fecha: 2012-02-29Fuente: CUBARTECelebrando el aniversario 54 de la fundación del grupo Teatro Estudio y de la inauguración hace 9 años de la Sala de teatro Adolfo Llauradó, se presentó en la tarde de ayer en la propia sala, la multimedia Todo se vuelca, un producto de Ediciones Cubarte. A la presentación le siguió la puesta del unipersonal Ay, mi amor, bajo la dirección de Carlos Díaz y con la actuación de Léster Martínez.
Con las palabras del escritor Norge Espinosa, se dio comienzo en la tarde de ayer en la Sala Adolfo Llauradó a la presentación de la multimedia Todo se vuelca, una obra que Ediciones Cubarte dedicara a la memoria del afamado actor Adolfo Llauradó, sobre quien expresara Norge: “Adolfo es una persona que se nos hizo cercana y una figura que nunca se nos fue del escenario.”
Ernesto Sierra, Director de Ediciones Cubarte, presentó la obra multimedial al reseñar su contenido y destacar la participación de su equipo de trabajo, además de agradecer la colaboración de la viuda de Adolfo LLauradó, Jacqueline Meppiel, así como de otras instituciones como el ICAIC, en la realización de esta multimedia.
Al navegarla para el público presente, su programador, Osmel Pérez, mostró un producto de excelente valía que se ilustra con una amplia galería de fotos del actor, videos de algunas de sus actuaciones memorables, locuciones, testimonios de amigos y familiares a propósito de su muerte y la inclusión, además, de textos poéticos inéditos que escribiera el propio actor en su etapa de madurez y que explicitan la intensidad de la vida de Llauradó. Para quienes se acercan a ella, esta multimedia resulta una publicación atractiva en intensa a la vez, como lo fuera la vida de este actor devenido símbolo de las artes escénicas en Cuba.
Seguidamente, el público se deleitó con la representación del monólogo Ay, mi amor, que con maestría y derroche de talento escenificara el actor Léster Martínez quien interpreta al gran LLauradó. La obra, cuyo argumento se basa en una «descarga» de Llauradó grabada por su compañera —Jacqueline Meppiel— en el año 1990, ofrece al espectador la posibilidad de conocer los conflictos internos del ser humano que fuera Adolfo.
Sin lugar a dudas, la tarde de ayer rindió homenaje a las tablas cubanas y como dijera Norge Espinosa en su intervención, “fue una suerte de coincidencias felices”.
Presentación de la multimedia sobre Adolfo Llauradó. Foto: Adiley Cilleros / Cubarte
Temática: Nuevas tecnologías
ampliarCon las palabras del escritor Norge Espinosa, se dio comienzo en la tarde de ayer en la Sala Adolfo Llauradó a la presentación de la multimedia Todo se vuelca, una obra que Ediciones Cubarte dedicara a la memoria del afamado actor Adolfo Llauradó, sobre quien expresara Norge: “Adolfo es una persona que se nos hizo cercana y una figura que nunca se nos fue del escenario.”
Ernesto Sierra, Director de Ediciones Cubarte, presentó la obra multimedial al reseñar su contenido y destacar la participación de su equipo de trabajo, además de agradecer la colaboración de la viuda de Adolfo LLauradó, Jacqueline Meppiel, así como de otras instituciones como el ICAIC, en la realización de esta multimedia.
Al navegarla para el público presente, su programador, Osmel Pérez, mostró un producto de excelente valía que se ilustra con una amplia galería de fotos del actor, videos de algunas de sus actuaciones memorables, locuciones, testimonios de amigos y familiares a propósito de su muerte y la inclusión, además, de textos poéticos inéditos que escribiera el propio actor en su etapa de madurez y que explicitan la intensidad de la vida de Llauradó. Para quienes se acercan a ella, esta multimedia resulta una publicación atractiva en intensa a la vez, como lo fuera la vida de este actor devenido símbolo de las artes escénicas en Cuba.Seguidamente, el público se deleitó con la representación del monólogo Ay, mi amor, que con maestría y derroche de talento escenificara el actor Léster Martínez quien interpreta al gran LLauradó. La obra, cuyo argumento se basa en una «descarga» de Llauradó grabada por su compañera —Jacqueline Meppiel— en el año 1990, ofrece al espectador la posibilidad de conocer los conflictos internos del ser humano que fuera Adolfo.
Sin lugar a dudas, la tarde de ayer rindió homenaje a las tablas cubanas y como dijera Norge Espinosa en su intervención, “fue una suerte de coincidencias felices”.
Presentación de la multimedia sobre Adolfo Llauradó. Foto: Adiley Cilleros / Cubarte
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