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Noticias Presentan multimedia sobre el reconocido actor Adolfo Llauradó
Editado por Bárbara Gómez | 
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La Habana, 28 feb (RHC) Todo se vuelca , multimedia sobre el gran actor Adolfo Llauradó (1941-2001), fue presentada hoy en la sala que lleva su nombre, en esta capital, cuando se cumplen 54 años de la fundación de Teatro Estudio.
El dramaturgo Norge Espinosa destacó la versatilidad del artista, quien dejó honda huella en el cine, la televisión y el teatro, y estuvo muy vinculado a Teatro Estudio, grupo dirigido por Raquel Revuelta y con directores tan destacados como su hermano Vicente, Berta Martínez y Abelardo Estorino.Ernesto Sierra, editor de esta producción digital de Cubarte, explicó que es fruto de una investigación e incluye facetas poco conocidas de Llauradó como su poesía, además de un documental, galería de fotos y otros materiales que dan una panorámica de su carrera, recordado en las cintas Lucía y Retrato de Teresa.
El joven actor Lester Martínez presentó el monólogo Ay, mi amor , con textos de Llauradó, dramatizados por Norge Espinosa, dirigido por Carlos Díaz y realizado gracias a la colaboración de Jacqueline Meppiel, viuda del gran artista.
Magistral resultó la actuación de Lester, quien encarnó el espíritu, la vitalidad y transgresión de un hombre quien fue excepcional creador y un ser humano muy especial.
El actor puso a máxima tensión sus cualidades histriónicas, con abruptas transiciones, momentos de clímax dramático o humorístico e incluso resolvió con elegancia y oportunidad un corte de electricidad que dejó a oscuras la sala.
Con presteza abrió una puerta, al lado derecho del escenario y con la escasa luz exterior y una linterna que un espectador usó como seguidor, concluyó su representación, premiada con creces por un agradecido público, de pie y con una ovación de varios minutos.
El joven actor Lester Martínez presentó el monólogo Ay, mi amor , con textos de Llauradó, dramatizados por Norge Espinosa, dirigido por Carlos Díaz y realizado gracias a la colaboración de Jacqueline Meppiel, viuda del gran artista.
Magistral resultó la actuación de Lester, quien encarnó el espíritu, la vitalidad y transgresión de un hombre quien fue excepcional creador y un ser humano muy especial.
El actor puso a máxima tensión sus cualidades histriónicas, con abruptas transiciones, momentos de clímax dramático o humorístico e incluso resolvió con elegancia y oportunidad un corte de electricidad que dejó a oscuras la sala.
Con presteza abrió una puerta, al lado derecho del escenario y con la escasa luz exterior y una linterna que un espectador usó como seguidor, concluyó su representación, premiada con creces por un agradecido público, de pie y con una ovación de varios minutos.
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