por: Tula Ortiz, 20 de mayo de 2013
“Con la voz
de la tierra”, título de uno de los trabajos que encontraremos en Aprendiz
de América, podría también llamarse este libro que sobre la
literatura hispanoamericana ha escrito Ernesto Sierra, desde una mirada
lúcida y abarcadora que enlaza los orígenes literarios del continente,
con el mundo español, su literatura ancestral y los momentos de
contemporaneidad de algunos de sus mejores exponentes.
Ninguna duda
cabe que para Aprendiz de América, compilación bien estructurada de
libros, autores y temas de las letras del Nuevo Mundo, bien pudieran
aplicarse las palabras con que Guiseppe Bellini culmina su Nueva historia…:
“el lector tiene en sus manos el ejercicio largo de una buena voluntad
sostenida por una pasión hispanoamericana de muchos años”.
Y tiene
razón y mucha también Rafael Acosta de Arriba el prologuista del volumen,
cuando acusa en los textos, en general, la sensualidad de un enamorado hacia
los temas que trata, por el cuidado con que se expresa y yo diría entonces,
proponiendo la lectura de estas páginas visionarias, y de alguna forma
también crónicas de la vida cultural en relación a autores: momentos
significativos de la producción literaria y libros que, para construir el
camino lector de cualquiera que se asome a lo aquí escrito, la frase
ancestral reelaborada es bien válida: la letra con amor entra
.
Encuentran
un destino común creadores y temas, desde el origen de la
formación de las identidades americanas hasta cuestiones más recientes con una
visión hasta cierto punto didáctica, pero vistas a partir de la mejor
pedagogía; la del alumbramiento; la de demostrar con el ejercicio algo tan bien
dicho: “no solo de críticas vive el hombre por eso le echa recuerdos adentro”;
y dar a los otros con generosidad, las memorias de una lectura que
queremos tener siempre en nuestra cabecera, las palabras que le hicieron
crecer, cuidando mucho ser absoluto y, sobre todo, cuidando con tino el valor
de la justicia cuando de enfocar temas controversiales se trata.
Celebro con
mucha alegría la presentación de Aprendiz de América del
autor Ernesto Sierra, porque en sus palabras encontraremos la magia de
esa vieja cartuja tan celebrada por Benedetti, uno de los autores
que, entre otros, se presenta para el elogio y el merecimiento en estas
páginas.
Lo elogio y
pongo mi fe de que con ellas, el autor está también configurando y dando
a todos el mundo maduro que es el mundo americano de las letras.